PANADAS DE PASCUA CON POLLO
Una alternativa igualmente deliciosa
Las panadas de pollo han llegado para quedarse. Son una alternativa o un complemento a las tradicionales de Pascua con carne de cordero o cerdo.
Es una variante más ligera y suave, pero igual de sabrosa si las hacemos siguiendo algunos consejos, perfecta para quien quiere evitar carnes rojas o simplemente ampliar las opciones.
Aquí tienes la receta y algunos trucos para que el pollo quede tierno y jugoso.
RECETA
Ingredientes
Para la masa (unas 12 panadas):
-
500 g de harina
-
150 ml de agua tibia
-
150 ml de aceite de oliva suave
-
50 g de manteca de cerdo (opcional, pero aporta mucha jugosidad. Lee la nota sobre cómo sustituirla por mantequilla o margarina)
-
1/2 cucharadita de sal
Para el relleno:
-
300-400 g de carne de pollo cortada en dados pequeños (muslo deshuesado, es sabroso y jugoso)
-
1 cebolla pequeña picada
-
Un puñado de guisantes (opcional)
-
Perejil fresco picado
-
Sal y pimienta al gusto
-
Un chorro de aceite de oliva
Elaboración
-
Prepara la masa: mezcla el aceite, el agua (y la manteca, o la mantequilla o margarina si la usas) y añade poco a poco la harina y la sal. Amasa hasta obtener una masa suave y manejable. Déjala reposar tapada.
-
Prepara el relleno: mezcla todos los ingredientes en crudo. La carne debe ser fresca y cortada pequeña para que se cocine bien.
-
Monta las panadas: haz una bola de masa y aplánala para formar la base, sube los bordes con los dedos y añade el relleno. Cubre con una tapa de masa más pequeña y cierra bien pellizcando los bordes.
-
Hornea: con el horno precalentado, colócalas en una bandeja y hornea a unos 180 °C durante 40-45 minutos. Deben quedar bien doradas.
CONSEJOS Y TRUCOS
¿Cómo evitar que el pollo quede seco?
Básicos
-
Usa muslo deshuesado, tiene más grasa natural y es más jugoso que la pechuga.
-
Corta la carne en dados pequeños, se cocinará mejor y más rápido.
-
Añade un buen chorro de aceite de oliva al relleno, no escatimes en sal y pimienta.
-
Cierra bien la tapa para no perder el vapor de cocción interior.
Opcionales
-
Añadir un poco de cebolla tierna aumenta la humedad y hace la carne más melosa.
-
Añadir una pizca de manteca aporta más grasa y sabor.
Sustituir la manteca por mantequilla o margarina… ¡y que queden perfectas!
-
Mantequilla: debe ser sin sal. Obtendrás una textura muy parecida a la manteca y una masa sabrosa, un poco más dulce. Úsala a temperatura ambiente para facilitar el amasado.
-
Margarina: opción vegetal, más ligera, para quien quiere evitar grasas animales. El sabor será más neutro.
Sobre proporciones y textura
La proporción es la misma: si la receta pide 50 g de manteca, puedes usar 50 g de mantequilla o margarina. Pero hay matices:
-
El comportamiento en el horno será distinto: la manteca se funde a unos 40 °C, mientras que la mantequilla, y sobre todo la margarina, se funden a temperaturas más bajas. Así que, con la misma cantidad, la masa quedará menos crujiente.
-
¡No pongas de más! Si te pasas, la masa quedará demasiado blanda, grasosa y perderá estructura.
-
¡Ni de menos! Si te quedas corto, la masa será más seca y dura, quizá se rompa.
El truco es: mantener la proporción original de la receta y, si es necesario, compensar con un toque de aceite de oliva, que ayuda a recuperar elasticidad y un punto crujiente parecido al que da la manteca.